REPRESENTACIONES ARTÍSTICAS & ARQUITECTÓNICAS. LOS HITITAS EN ESTADO PURO
El arte hitita fue producto, mayoritariamente, del mestizaje cultural con el contacto con los pueblos indoeuropeos. A raíz de esto, recibió influencias del arte sumerio, egipcio y posteriormente asirio, observadas en las esculturas de bajo relieve en piedra, así como las numerosas esfinges independientes. El arte hitita está ampliamente relacionado con la religión y el culto a los dioses, como podrían ser las puertas de acceso a la capital hitita flanqueadas por estatuas y relieves (con las mencionadas esfinges o leones). En la siguiente imagen podemos observar el alivio del Dios de la Guerra tallado en la Puerta del Rey en Hattusa, acompañado de relieves. En general, se puede decir que la técnica es algo tosca y simple aunque de un mérito inconfundible. A continuación, a parte de las características e influencias ya citadas, nos gustaría detenernos algo más en la arquitectura y escultura hitita.
Algunas representaciones arquitectónicas son los cuatro templos en diferentes zonas de Hattusa, anticipándose a los de Nínive, característicos por tener una planta totalmente asimétrica. El más grandioso de ellos se realizó mediante excavación. Este ejemplo se encuentra rodeado de cámaras de almacenaje y cuenta con un patio principal rodeado de columnatas, además de poseer un santuario de menor tamaño en la esquina. Se trata de un tipo de disposición arquitectónica sin precedentes ni equivalencia con la edificación del templo de Mesopotamia.
En el ámbito de la escultura, resalta el dominio del tallado de rocas naturales para dar lugar a figuras, una técnica característica de los hititas. Solían seguir cánones para la representación de los rasgos faciales, ya que la cara, ojos, cejas y boca tenían un modelado muy similar, al igual que la posición de los brazos. Una curiosidad muy llamativa está relacionada con la representación de los brazos en hombres y en mujeres. En hombres un brazo suele estar doblado y pegado al cuerpo, y el otro extendido hacia delante. En las mujeres ambos brazos aparecen extendidos hacia delante.
El monumento más famoso es el Santuario de Yazilikaya, próximo a Bogazkoy. Se trata de unos bajorrelieves distribuidos en dos procesiones que representan la “procesión de los mil dioses”, uniéndose en un santuario central. La iconografía es resultado del contacto con los hurritas, esculpidas con intensidad, en línea con la temática religiosa.
Existen otros ejemplos, como las esculturas de piedra visibles en la entrada de Hattusa, los bajorrelieves excavados en la piedra en Carchemish o incluso una pieza de tiempo posterior preservada en el Museo del Louvre, que representa una escena de caza de ciervos retratada en piedra, con una formalización mucho más pronunciada.
Piedra sobre la caza de ciervos
Podemos destacar también algunos relieves imperiales (ya que esculturas exentas de bulto redondo no se han conservado), como los de Ceyhan en los que se representa al rey Muwatalli II.
Rey Muwatalli II
Por último, añadiremos algunos ejemplos acerca de las estatuas dedicadas a las divinidades religiosas. Se solían colocar en una habitación, en una pared, para que recibiera la luz desde diferentes perspectivas. La simbología de la luz se puede relacionar con el culto religioso al aire libre, como era de costumbre en el mundo hitita.
Toro relacionado con el dios Teshub
En definitiva, en el arte hitita se identifica una tendencia a seguir una estructura en la representación de figuras, representándolas homogéneamente planas y sin detalles distintivos, buscando completar el espacio de composición y relegando a un segundo plano la naturalidad, vivacidad y dinamismo presentes en los relieves de las épocas y civilizaciones siguientes.
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