¿QUÉ PAPEL OCUPABA LA MUJER EN LA SOCIEDAD HITITA?
No se conserva una gran cantidad de información respecto al papel de la mujer en la sociedad hitita. Sin embargo, parece ser que en el imperio hitita las normas hacia las mujeres era más permisivas de lo habitual que en el resto de poblaciones de su época. Para hacernos una idea de la situación social y legal que vivían podríamos tomar el caso de la reina Puduhepa, esposa del rey Hattusili III, la cual desarrolló un papel muy significativo como gobernadora y como sacerdotisa. Este hecho indica que, al menos dentro de la realeza, las mujeres hititas sí ostentaban poder. Es probable que esto guarde relación con las relaciones religiosas propias de su cultura, que estaban formadas por dualidades divinas (es decir, dioses y diosas en unión e igualdad). En consecuencia, el código de leyes hititas (que ya ha sido mencionado en entradas previas) era más avanzado que el de sus contemporáneos, en los cuales seguía siendo habitual que consideraran a las mujeres como meros objetos.
Sin embargo, la sociedad hitita era claramente patriarcal, por lo que sus mujeres se encontraban muy lejos de estar exentas de sufrir discriminación de género. Esto queda reflejado en diversos artículos legales referentes a la propiedad del cuerpo de la mujer por parte de sus maridos, a la maternidad, al divorcio, etc. En dichos artículos se estipulaba, por ejemplo, que el adulterio debía castigarse con pena de muerte, pero solo si era cometido por una mujer. Con todo, las mujeres hititas gozaban de cierta independencia dentro del matrimonio, pues contaban con el derecho de poseer sus propios bienes, y también el de heredar un dote en caso de viudez.
De esta manera podemos decir que en el Imperio Hitita, la mujer noble gozaba de muchos más privilegios que el resto de mujeres pertenecientes a una clase inferior. Sin embargo, todas ellas tienen algo en común: son tratadas como si de objetos se trataran, en lugar de como personas humanas. Esta afirmación la podríamos extrapolar a muchas otras civilizaciones antiguas, e incluso a muchos países de la actualidad en los que estos vestigios patriarcales se siguen manteniendo como si fuesen sociedades antiguas.
Comentarios
Publicar un comentario