ECONOMÍA Y JUSTICIA. UN MUNDO COMPLEJO
A continuación, si nos centramos en otros aspectos de la sociedad hitita podríamos destacar el ámbito judicial, ya mencionado muy brevemente en otro apartado, y el ámbito económico. Respecto al judicial, la administración de la justicia y los códigos civiles muestran una influencia babilónica, aunque bastante más tajante y estricta en el sentido de las condenas. Por ejemplo, solían recurrir a la pena de muerte y la mutilación corporal ante cualquier delito, aunque también se apelaba al principio de restitución, en lugar de la venganza, en caso de delitos de un grado menor. A raíz de la administración de la justica surgen las primeras legislaciones, entre las que podemos destacar el Código de Nesilim, ya que fue el primero en establecerse en el Imperio Hitita. Un ejemplo de legislación sería el Código de Nesilim. Los hititas se denominaban a ellos mismos como los Nesili, denominando Nesilim a su primer código legal, el cual recogía las leyes acerca de la estructura social, el sentido de la justicia, la moral del imperio, y aquellos delitos que se condenaban con penas más severas como asesinato, robo, brujería y divorcio.
La base de la economía del Imperio Hitita era la agricultura, fomentada por los inventos y las numerosas habilidades con las que contaban. Los principales cultivos eran el trigo y la cebada (sobre los que tenían que pagar una serie de impuestos), y en menor medida, las cebollas, habas, guisantes, la vid y la almendra para el aceite. La ganadería ocupaba un segundo plano, dedicada principalmente a la cría de ganado, cabras, cerdos y ovejas de los que obtenían carne, leche y pieles. En menor medida, hubo un florecimiento de la apicultura. Desarrollaron también sus habilidades en alfarería, carpintería (usaban la madera de sahis y happuriasas de los montes Ammuna y Lizhina, y de los árboles hatalkesnas) y artesanía lo que les permitió comercializar los productos que obtenían y adaptarlos a sus necesidades. Por último, una de las curiosidades más importantes era el trabajo del bronce y el hierro convirtiéndose en un metal de lujo, junto con las técnicas de fundición. Los metales que más usaban fueron los abaru y asas, muy parecidos al hierro. Todo ello llevó al Imperio Hitita a desarrollar una economía sustentable a lo largo del tiempo y a dejar numerosos vestigios de los que posteriormente hablaremos en otras entradas.
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